Se seleccionan tubos de acero sin costura con las especificaciones y materiales adecuados según los requisitos de los bujes.
Para mejorar las propiedades mecánicas del buje, como dureza, resistencia y resistencia al desgaste, se suelen realizar tratamientos térmicos como el temple y el revenido. Este tratamiento puede optimizar la microestructura del acero, mejorando la resistencia del buje a las condiciones de trabajo.
Se aplica un tratamiento superficial al buje para mejorar su rendimiento. Los métodos habituales de tratamiento superficial incluyen la galvanoplastia y el recubrimiento. Estos tratamientos pueden mejorar la resistencia a la corrosión, al desgaste y la lubricidad de la superficie del buje, prolongando así su vida útil.